Tenes la receta justa para hacerme sonreir.
Se te pasó que al marcharte de aquí yo quedé igual que tú, libre para elegir. Y hubo alguien que se encargo de darme TODO cada tarde, que se moría por llenarme de detalles y palabras amables. Sí, hubo alguien que mientras tú vivías tu vida muy aparte, se encargaba de la mía con coraje y logró conquistarme-